sábado, 18 de julio de 2015

VOLVIENDO AL PRIMER AMOR

"Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más yo lo llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios". Oseas 121:1-2

Cuando éramos más jóvenes, un día Cristo nos eligió, y al ver su gran amor le dijimos Sí; pero mientras más él se acercaba tanto más nos fuimos alejando. Fueron muchas las distracciones, problemas y responsabilidades, que olvidamos cuál era el camino; y peor aún, quien era nuestra guía.

Sin embargo, su amor nunca cesó, y como dice su palabra una vez más nos buscó, curó nuestras heridas y restauró nuestro corazón. No ha pasado un día desde aquél, que no haya tocado tu puerta.

Quiero que sepas que no hay mayor bienestar que, el que puedas elegir por Jesús, porque él no mira nuestra apariencia, nuestra inteligencia, ni nuestra personalidad tímida o extrovertida, sino que va más allá, Ël ve nuestro corazón dispuesto a servirle, y nos usa. Y una vez que él está en el primer lugar, lo demás es añadido. (San Mateo 6:33)

Por Gimena Chiapello

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