En la mesa
Hay algunos consejos sencillos que nos ayudarán a controlar la cantidad de comida que queremos y debemos comer:
Haremos varias comidas durante el día, para no llegar a la hora de comer con demasiada hambre. Podemos desayunar, tomar algo a media mañana, comer, merendar y cenar.
Comeremos siempre sentados y sin prisas, evitando comer en el lugar de trabajo.
Evitaremos hablar en exceso o hacer otras cosas durante la comida, como ver la televisión o mantener conversaciones importantes.
Si estamos enojados o tristes esperaremos un rato antes de comer.
Pondremos en el plato la cantidad exacta que queramos comer, y si nos ha sobrado comida cocinada, la guardaremos ya previamente en la heladera, para no tener la tentación de querer acabarla para que no sobre.
Evitaremos comidas de picoteo y priorizaremos platos combinados, en los que veamos claramente la cantidad que estamos comiendo
Alimentos ricos en fibra
La fibra es un nutriente presente en muchos alimentos que aporta fácilmente una sensación de estómago lleno y nos ayuda a saciarnos con mayor facilidad, permitiendo que estemos satisfechos con menos cantidad.
Aunque debemos llevar una alimentación completa y equilibrada, estos alimentos no deberían faltar en cada uno de nuestros menús diarios:
Frutas, sobre todo las maduras: manzana, ciruela, melón, etc.
Vegetales y hortalizas como la col, la remolacha, la acelga, la zanahoria, etc.
Cereal integral como el arroz, el trigo, la quinoa, el mijo, etc
Legumbres cocinadas y germinadas
Frutos secos como las avellanas o las nueces
Frutas secas como la ciruela, la uva pasa, el orejón
Agua antes de las comidas
Una manera excelente de no empezar a comer con demasiado apetito, y con el riesgo de excedernos, consiste en tomar uno o dos vasos de agua media hora antes de comer. Siempre recomendamos beber agua fuera de las comidas, y en este caso lo haremos poco antes de la comida, para llenar el estómago y evitar comer demasiado rápido o demasiada cantidad.
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También podemos tomar una fruta un rato antes de la comida,ya que gracias a su contenido en agua y fibra hará un efecto similar, y además es mucho más digestivo y saludable comerlas antes que como postre.
Infusión digestiva como postre
Si psicológicamente necesitamos algo para terminar la comida, podemos elegir una infusión digestiva o incluso un café. Si en realidad todavía no nos sentimos saciados porque hemos comido poco, podemos elegir una manzana o una pera, dos frutas que no resultan incompatibles con la comida, así como recetas elaboradas con estas frutas (compotas, manzanas al horno,etc).
Extraído de Mejor Con Salud
Por M.S
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