sábado, 28 de junio de 2014
Examinando el corazón
"Y Jehová respondió a Samuel: no mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová". 1 Samuel 16:7
Sin duda, una de los primeros miedos que aparece a la hora de servir al Señor, es la mirada de los demás, el hecho de exponernos y comenzar a ser observados, examinados y hasta por momentos sentir la carga de cumplir con las expectativas que los demás tienen hacia nosotros, y esto no es nada fácil.
El Señor nos habla a través de este versículo, el mundo puede encargarse de intentar juzgarnos por las apariencias, los conocimientos, la economía o nuestros bienes; abriendo juicios con ojos humanos, poniendo sentimientos de inseguridad en los demás.
Pero Dios en su misericordia, no se fija en nuestro exterior o en lo que podamos tener, solo se fija en nuestro corazón, es decir, en nuestras motivaciones, nuestras intenciones, nuestro carácter. Nos da la oportunidad de tener un corazón limpio y puro a través de la fe en el Señor Jesucristo.
Dios nos llamo a cada uno tal como somos, por lo cual todos somos necesarios para su obra.
Que el Señor nos de la gracia para no prejuzgar e incentivarnos a las buenas obras, para la gloria de su nombre.
Dios no busca personas perfectas, sino corazones dispuestos para perfeccionarlos.
Juliana Zunino
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