"Señor has hecho muchas cosas buenas a mi favor, tal como lo prometiste". Salmo 119:65
¿Piensas con frecuencia en las promesas de Dios que has visto cumplidas en tu vida hasta el día de hoy? Personalmente yo no lo hago. Sin embargo,estoy trabajando en ello.
En estos versículo el Salmista,hace un recordatorio de quien era antes de que fuera humillado, un descarriado. Luego valora la disciplina divina y reconocer que aunque experimento sufrimiento en todo ese peregrinar, valió la pena, porque Dios es siempre bueno. Por consiguiente, Su Palabra es buena, tiene un valor mayor que todo el dinero y riqueza que hay en el mundo.
Una conocida frase dice: "Aquellos que no recuerdan la historia, están condenados a repetirla". Por eso, durante estos últimos días estoy haciendo lo siguiente: Comienzo a recordar quién era antes de conocer a Jesucristo, y quién soy ahora y lo que tengo en El. Paso luego a recordar las veces en que me ha protegido, me ha guardado de pecar y librado del mal contra mi integridad.
Por último, contemplo lo que tengo hoy en día: esposa, hijos, trabajo, conocimiento, profesión, ministerios, y mucho más. ¿Sabe ud. el común denominador encontrado en todo este recorrido? Sí, las promesas de Dios, toda Su Palabra ha sido cumplida a lo lardo de mi vida.
En el día de hoy haz este recorrido por tu historia. No solo verás las promesas de Dios cumplidas a largo de tu vida, si no que podrás, si prestas atención, mejorar tu presente y disfrutar del futuro esplendoroso que Dios tiene reservado para ti.
Javier Escobar
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