Día tres
“…Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por
haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes…” (Juan 11:41-42).
E
|
l Señor
Jesucristo disfrutaba de una perfecta e ininterrumpida relación con el Padre. En
esta ocasión, Jesús percibía la incredulidad de todos los presentes que
rodeaban el sepulcro de Lázaro. Por eso, su mandato de quitar la piedra, es
quitar todo aquello que impide ver a Dios como nuestro Padre, además de quitar
del corazón la falta de confianza de que Dios puede cambiar la relación con
nuestros hijos. Quizás hemos considerado que una restauración es imposible, la
declaramos como lo hizo Marta: “Señor hiede ya”. Parafraseando este
versículo sería algo así como: “Señor ya está, no insistas, está muerto”.
¿Acaso nosotros
no pensamos lo mismo? “Nuestra relación ya
no tiene solución”.
La relación
perfecta de Jesús con el Padre, es nuestro ejemplo. Quitemos toda piedra que
dificulta llevarla a cabo, desechemos el pensamiento de que “hiede ya”, tengamos
esperanza para ver la gloria de Dios en nuestra situación.
¡Realiza hoy tu tarea para la gloria de Dios y agradécele
con todo tu corazón!
Motivos de oración
1.
Orar para que el Señor
quite de nosotros toda piedra que impide ver su gloria en nuestros hijos.
2.
Orar para recuperar la
esperanza de restaurar la relación con nuestros hijos.
3.
Orar para renovar la
mente con pensamientos verdaderos, justos y amables que nos guiarán a
transformarnos.
4.
Orar para estar atentos
si nuestros hijos recurren a nosotros por consejos.
5.
Orar para obtener
sabiduría para aconsejar a nuestros hijos.
6.
Orar para pedir perdón
hoy si confrontamos negativamente con ellos los días pasados.
7.
Orar para tener una
actitud de agradecimiento con Dios por comenzar la buena obra en nosotros y
nuestros hijos.
Escribir el testimonio del día
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