Día dos
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4).
E
n este versículo tenemos un mandato como padres y una advertencia acerca de lo que no se debe hacer. Este mandamiento de Efesios 6:4: "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos", aparece también en Colosenses 3:21: "Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten".
Las expresiones "provocar a ira" y "exasperar" también se traducen como "irritar". La disciplina, a la luz de la Palabra, es un acto de obediencia, porque los padres están tomando en serio el mandato del Señor. Los padres representan la autoridad de Dios, por lo tanto, no incluyen en la disciplina burlas y expresiones para ofender y herir, ni expresiones livianas que puedan irritar, y aún menos, palabras groseras. La esperanza para un cambio existe en la vida nueva que el Señor nos ofreció por su gracia. ¿Cómo restaurar esas relaciones destruidas entre padres e hijos? Dios es misericordia, y debemos clamar y pedirle perdón por nuestros actos. Él puede unir y sanar la familia, nada es imposible para Dios. Si recibimos al Señor como Salvador, Él añadirá todas las demás cosas para que seamos felices. Recordemos que en la cruz “nos perdonó porque no sabíamos lo que hacíamos” (Lucas 23:34). Por esa razón, también debemos perdonarnos a nosotras mismas, y pedir perdón a quienes hemos lastimado con nuestras actitudes. Estemos dispuestas a vivir y obrar en las “cosas nuevas” que el Señor tiene preparadas, dejemos atrás el pasado.
¡Ánimo aún se puede!
Motivos de oración
- Orar pidiendo perdón a Dios si criamos a nuestros hijos fuera de sus mandamientos.
- Orar para dejar el pasado en sus manos, y caminar el presente con Él, que nos ayudará a restaurar nuestra familia.
- Orar por sabiduría, y así cambiar viejos hábitos de conducta.
- Orar para transformar el viejo vocabulario en uno nuevo que edificará la vida de nuestros hijos.
- Orar si irritamos a nuestros hijos, y pedirles perdón.
- Orar para declarar que hoy habrá una victoria sobre la carne (Gálatas 5:16).
- Orar para no ser vencidos por las reacciones de nuestros hijos, debemos amarlos, aún por encima de sus rebeldías.
Escribir el testimonio del día
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