"Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miro con agrado a Abel y a su ofrenda" Génesis 4:4 y 4:3-7
El Señor nos bendice en gran manera y solo nos pide corresponderle de corazón, lo que implica ofrecerle nuestro amor incondicional por entregarnos a su Hijo. La historia de Caín y Abel, dos hermanos que se diferenciaron, porque uno le dio a Dios lo mejor por amor, conforme a la gracia inmerecida y el otro por obediencia. Como resultado, podemos destacar, que Dios aprobó la ofrenda que cumplía con el requisito fundamental la OBEDIENCIA POR AMOR.
Debido a una promesa del Señor en mi vida, decidí cumplir un sueño que puso en mi corazón y para su gloria fue abriéndome puertas (Mateo 6;33) e Isaías 45:2-3).
Inmediatamente, quise usar los dones concedidos para servirle, porque con ese fin me los había dado, pero fallaba. Cuando sentí esta palabra, me ayudó a comprender que una buena cosecha requiere su tiempo.
Hoy puedo bendecirlo con el/los don/es que me propocionó por amor y me esfuerzo cada dia de ofrendarle lo mejor, y continuar cultivando para y por El, y así lograr una buena cosecha en el servicio, y en todas las áreas de mi vida, de modo que el Señor Jesucristo pueda contiunuar su obra de transformacion en mi
Por Flavia Zunino
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